Carta abierta a los miembros de la Iglesia impacientes que no pueden ver a los solteros, solteros




To read this article in English click here



Queridos hermanos y hermanas casados: Ya está bueno.

Queridos pastores y líderes: Ya. Está. Bueno.

Querida ancianita que pregunta de más en la iglesia: Y.A. E.S.T.A. B.U.E.N.O.

Quiero escribir esta carta abierta en nombre de los miles de jóvenes Cristianos que están cansados de escuchar la mísma cháchara de siempre: ¿Cuándo te vas a casar?

Yo se de eso: Mi pastor ya me hizo una lista de los requisitos y cualidades que el cree que tengo para ya ser esposo, y me instó a ” ponerme pa' eso”. Mi mentor y su esposa me han invitado a sea actividad de jóvenes adultos de su iglesia que existan,para ver si conozco a alguien. Mis amigos cristianos viven mostrándome fotos de sus amigas y tirándomelas a ver que tal me va. ¡Mi mamá ya me ha pedido nietos! Se que en esto no estoy solo, y es muy cansón.

Gente: sentimos su presión, y no nos ayudan en nada.

Mi pastor tiene una razón (y una bien grande) para seguir presionando a los jóvenes en la iglesia a casarse: El alza de la inmoralidad sexual dentro de la Iglesia de Cristo. El, como un montón de pastores, tiene miedo de la falta de perseverancia en la lucha por la pureza. Tiene miedo de tomar el riesgo de colocar a algunos (no todos los) solteros en posiciones de liderazgo; para luego tener que quitarlos del puesto, porque han caído en un patrón de pecado sexual. Tiene miedo del gran porciento de jóvenes Cristianas que se están casando con inconversos. Tiene miedo del estilo de vida irresponsable y sin compromiso que muchos jóvenes están viviendo dentro de sus congregaciones. Tiene miedo de la realidad de que muchos jóvenes están más interesados en “tener éxito en la vida” (tener una maestría, comprar carros y casas, etc.) que en comenzar a buscar una pareja. Y lo entendemos. El apóstol Pablo lo declara muy claramente en su famoso y controversial capítulo 7 de 1ra. Corintios:

7 Ahora, en cuanto a las preguntas que me hicieron en su carta: es cierto que es bueno abstenerse de tener relaciones sexuales. 2 Sin embargo, dado que hay tanta inmoralidad sexual, cada hombre debería tener su propia esposa, y cada mujer su propio marido.….9 pero si no pueden controlarse, entonces deberían casarse. Es mejor casarse que arder de pasión. (Enfasis añadido)

Si, celebramos el hecho de que el matrimonio es un gran (por no decir el mejor) medio de gracia en contra de la inmoralidad sexual en la tierra. Si, entendemos que con nuestro interés en otra persona cambiamos el enfoque de nosotros hacia otros. Si, sabemos que la inmoralidad sexual ataca rampantemente contra la iglesia. Pero ésta es la cuestión: si estamos fallando, es NUESTRA culpa. Si caemos en pecado sexual, nosotros fuimos los que decidimos pecar. Somos nosotros los que nos estamos alejando de Dios, Y somos nosotros los que no tenemos una buena vida de piedad. ¡Necesitamos Su Perdón y sobre todo ayuda!

Pero...el matrimonio no es la solución ante la inmoralidad sexual. No es lo que la va a matar. Y si lo fuera, por qué siguen habiendo tantos casos de adulterio, violaciones, abuso, mentiras y divorcios? Sabemos que lo malo viene del corazón (Mat.15:19). Y tenemos que pelear contra el pecado todos los días, seamos solteros o no.

Ustedes nos han enseñado bien con respecto a eso. Pero parece que ustedes han dejado de creerlo. En vez de enseñarnos a poner nuestros ojos en Jesús y en su Gracia Siempre Accesible (2da Cor. 12:9, Heb. 4:16) para guardarnos de la inmoralidad sexual y para llenarnos de gozo y propósito en la soltería,ustedes son los que nos muestran un ateísmo práctico concerniente a esto, cuendo presionan a todo soltero y soltera habida y por haber, a que (metafóricamente) comience a hacer audiciones para el programa El Soltero. La Soltería NO ES ser un cristiano de segunda o que no ha recibido tantas bendiciones, como muchos nos han hecho pensar. La soltería NO ES “mala suerte” ni "falta de fe". La Soltería NO ES no aprovechar el tiempo. La Soltería NO ES sinónimo de irresponsabilidad, ni de muchachadas, ni de inmadurez.

La soltería es la etapa de vida en la que Dios más te usa. La soltería es la etapa de vida en la que Dios más te cambia y te moldea. La soltería es esa etapa de vida en la que más das de ti a los demás; es cuando aprendes más; es cuando sirves más. La soltería es la etapa de vida en la que decides quién y qué quieres ser. La soltería es el catalizador de la vida. Sin ese período de tiempo, no pudiéramos descubrir muchas cosas de nosotros mismos.Ahora es que puedo entenderlo. El Gabriel de 15 años me hubiera aborrecido si hubiese escuchado esto de mi, pero le doy gracias a Dios por este tiempo de crecimiento y auto-conocimiento. Muchas personas, incluso en nuestras iglesias, no lo ven así, y hacen más mal que bien.

¿Realmente creen que es de buen gusto el que ustedes estén seteando y armando "relaciones" como si fueran el Hada Madrina de Cenicienta? ¿Quiénes se creen que son? ¿Dios? El Cantar de los Cantares me dice algo que siempre me lo repito cada vez que llego a conocer a una chica:
7 Prométanme, oh mujeres de Jerusalén,
   por las gacelas y los ciervos salvajes,
   que no despertarán al amor hasta que llegue el momento apropiado. (Cantares 2:7, énfasis añadido.)

El tiempo de quién? Ya yo aprendí que no es el mío. Y estoy más que claro que no es el de ustedes tampoco.

Luego de que se tiene un cierto nivel de metas cumplidas, como un título universitario, 2 o 3 años de experiencia, participación en el ministerio y liderazgo de la iglesia, y una cierta independencia en la vida personal, parece ser que el próximo paso es el de conocer a alguien, y casarse, ¿no? Pero qué pasa si Dios no desea seguir mi cronología de metas por cumplir y no agregar matrimonio a la lista de Metas Cumplidas? ¿Y si no es Su Voluntad cumplir la de ustedes?

En las manos de Dios están nuestros tiempos (Sal. 31:15), y por eso, yo confiaré en el camino que El tiene para mi, porque se que si tengo que esperar a los 60 para casarme, El tiene un propósito para eso,y es para mi bien. Mi deber: proteger mi corazón, pelear hasta la muerte contra Satanás y sus maquinaciones, contra el mundo y sus tentaciones y contra mi mismo y mis motivaciones. La Soltería es la Vitrina de la Santidad.

Se nos critica porque colocamos nuestra realización personal por encima de conseguir esposa. Pero veámoslo desde este punto de vista: ¡¿Cómo rayos le voy a comprar los zapatos que tanto le gustan a mi esposa si no tengo un buen trabajo?!  ¿Cómo voy a proveer de techo para mis hijos si no estoy cualificado en este mundo sobre-competitivo? ¿Donde pasaremos el primer año de casados mi chica y yo? ¿En una casa hecha de cajas de Choco-Rica?  ¡No! Quiero tener una buena preparación profesional, para así poder trabajar, para hacer dinero, para proveer a mi familia. Las chicas también quieren ser útiles en sus hogares, ayudando al esposo con los gastos de la casa y los hijos. Ojo: Confiamos y creemos en un Dios Proovedor, pero la realidad es esta: el medio ordinario de gracia que Dios proveyó para que podamos ver Su sustento, es el mandato de que con el sudor de nuestras frentes comeremos (gracias, Adán y Eva).

El ganarnos el pan, el buscar una mejora económica y profesional o el prepararnos mejor, esos son buenos y nobles deseos. Entendemos cuando dicen que algunas personas están demasiado enfocadas en esas cosas; y algunos lo estamos. Reconocemos ese problema. Necesitamos dejar de obsesionarnos con cosas, e incluso necesitamos dejar de pensar que seremos más amados por las cosas que poseemos o los títulos que tenemos. Nunca será así. Un carro caro nunca nos ayudará a casarnos con una persona piadosa, ni tampoco llenará las expectativas de amor, respeto, deseo y aprecio que tenemos de las personas; pero decir que no debemos pensar ni enfocarnos en cosas como hogar propio, carro, maestrías y buenos trabajos suena hasta hipócrita viniendo de la generación del trabajo duro y las horas-extra.

No me malinterpreten: No soy un Love Hater (Outkast!!), ni tampoco un anti-San Valentín. Soy un romántico y soñador que anhela ese momento. Deseo casarme algún día con todo mi corazón, pero no bajo presión de grupo. Y este es nuestro clamor.

Así que por favor, en vez de preguntarnos si estamos viendo a alguien y presionarnos a tomar una decisión, mejor pregúntennos sobre nuestro caminar en la fe. Pregúntennos sobre las cosas que hemos aprendido en este tiempo de soltería. Invítennos a servir en misiones y otras actividades. Abrannos las puertas de los hogares casados, para así poder ver y aprender de parejas maduras en la fe. Rétennos a servir y a servir más y mejor en nuestras comunidades. Mentoréennos hacia la sanidad de nuestras debilidades. Enséñennos a pelear contra la inmoralidad sexual. Ayúdennos a reflejar a Cristo, para llegar a ser los prototipos reales de un esposo o esposa cristianos, para que ustedes puedan celebrar con toda alegría la primera boda que se celebra en su congregación en los últimos 25 años....(Perdón por el desahogo…)

Queremos formar familias fuertes. Queremos llegar a ser cónyugues fieles. Queremos ser ejemplo de familias piadosas, y rogamos al Señor por su gracia por cada decisión que tomamos hacia esa meta. Agradecemos el hecho que nos quieran “ayudar”, pero tranquilos…Dios tiene esto bajo control.

Gracias, mi gente.
Atentamente,

Gabriel Lopez (y miles de jóvenes Cristianos frustrados.)

Comentarios

Entradas populares