Ex



Apuesto que conoces la historia: conociste a la persona más especial del mundo. Te cautiva su risa, su sentido del humor, su belleza. Es una persona atractiva, con visión de futuro, con sueños. Te enamoras de ella perdidamente, hasta el punto de imaginarte un mundo a su lado. Le cuentas al mundo que la amas, subes fotos, intercambias regalos, vives experiencias maravillosas e inolvidables con el tiempo, y de pronto: todo acaba. Quizás una infidelidad, quizás "el amor se acabó", quizás los separa la distancia, quién sabe... pero, no hay dudas: se acabó.

El peso de la pérdida de esa persona especial es aplastante. El dolor puede durar años, y haces lo que sea para poder borrar a esa persona de tu vida. Al mismo tiempo, eres capaz de dar el paso de humillarte ante esa persona y rogar por volver juntos, pero no funciona. Al paso del tiempo cierras el corazón ante la posibilidad de poder amar a otra persona, ya que muchas veces piensas que nunca volverás a encontrar a una persona como aquella; o en su defecto, no quieres encontrar una persona como esa.

Todo a tu alrededor (los olores, las canciones, otras personas) te habla de esa persona, y ayuda a que tu cerebro rebobine las cintas viejas de los recuerdos buenos junto a esa persona. Y la gran mayoría de veces no sabes que hacer. La teoría del clavo que saca a otro simplemente no funciona. Oras hasta en lenguas, ayunas por 40 días, te vas de misiones, lees el libro de Números y Deuteronomio juntos 7 veces seguidas, quemas todo lo que coja gasolina... pero aún así no sale de tu mente.

Para muchas personas no hay palabra que de más terror que la palabra "Ex". Según Google, la palabra ex, es una preposición que se pone delante de cargos para indicar que fue y ya no lo es.


Ya no lo es.


YA NO LO ES.


(Perdón. Pareció divertido.)


El punto es que: en algún momento de nuestro caminar, tenemos que aprender a dejar ir las cosas atrás, especialmente a las personas que por alguna razón han dejado de ser relevantes en nuestras vidas. Y al decir esto no quiero sonar duro ni insensible; porque se que es difícil para muchos de nosotros. Soy honesto al decir que yo viví una historia similar a la descrita en la introducción... aprendí a amar a una mujer especial la cual tuve que abandonar inmaduramente. Y el proceso fue duro. Quemé fotos y cartas, lloré noches completas, intenté sacar ese clavo con otros, y no funcionó. Rogué como un perro por una segunda oportunidad, y el cielo me cerró las puertas. No fue más. Y al igual que yo, muchas personas vivieron ese proceso de desaprender los hábitos, los olores, las sensaciones. El vacío que queda, luego de limpiar esa memoria emocional, es un hoyo negro que absorbe todo a su paso. 


No quiero escribir este post dando pasos de qué hacer con respecto a tu ex, ni para decirte que sigas adelante. Tampoco quiero comenzar una revolución de solteros ni nada por el estilo. Mas bien, quiero expresar algo completamente diferente: 


Vive la etapa.


Vive la etapa del dolor, de la soledad, de las lágrimas. Vive los momentos en los cuales no sabes que hacer, en los cuales no importa de cuánta gente te rodees, te sientes solo. Vive, repasando esos momentos buenos como parte de tu historia personal, y también esos momentos malos, para que no los repitas. Vive, cuidando y guardando tu corazón para el futuro.Vive esos momentos, recordando que tienes a un Dios que se compadece de tus desilusiones. Vive, recordando que tienes un Abogado que intercede por ti. Vive recordando que Cristo es ese Varón de Dolores y Experimentado en Quebrantos. Vive, abraza ese corazón roto, recordando que absolutamente TODO obra para bien, de acuerdo a la Soberana Voluntad de Dios sobre nosotros. Vive, recordando que hay un tiempo para todo, incluído el dolor y el desaliento. Vive, recordando que El Señor nos recuerda algo: 

Pues estoy a punto de hacer algo nuevo. ¡Mira, ya he comenzado! ¿No lo ves? Haré un camino a través del desierto; crearé ríos en la tierra árida y baldía. - Isaías 43:19 (NTV)


Mientras tanto, aprendamos a vivir esa etapa en el desierto, viendo lo que Dios está haciendo en nuestros corazones. Ex es una palabra difícil, pero... eso es lo que es: una palabra. Cuando el dolor pasa, cada día se hace más fácil.

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