Chicas actúan como chicos que actúan como chicas... Y así


Cada día que pasa, puedo ver cómo el asunto de las relaciones amorosas entre cristianos se hace cada vez más difícil: No sabemos a quién preguntarle, cómo hacerlo, qué hacer.Y por supuesto, estamos siendo bombardeados por miles de listas, canciones, libros, seminarios, bloggers (yo incluído), Youtubers y demás hierbas aromáticas, que nos enseñan que hacer para conquistar a la chica o al chico de nuestros sueños. Si. Se que en Eclesiastés se nos dice que no digamos que los tiempos de antes eran mejores que los actuales, pero no puedo evitar pensar que mientras más viejos nos volvemos, más complicado se vuelve todo. Por lo tanto, nos volcamos hacia la desesperación y tomamos medidas que resultan poco confiables.

Pero ese no es el caso… creo.

He descubierto en las redes un fenómeno muy singular, del cual yo mismo apoyaba: Una gran cantidad de cristianos, jóvenes, líderes de jóvenes; y muchos otros de renombre, incluidos: escritores, pastores, bloggers, etc, apelan a la iniciativa de las mujeres a la hora de empezar una relación. Todas estas personas, desean ver a las féminas tomar las riendas del asunto: empezar el cortejo, llamar, chatear, mostrar el interés inicial, “forzar el mingo”, para ganar la atención del hombre, que a su vez, al verse abordado de esa manera, reacciona y empieza a prestar atención a la chica que está cortejándolo.

Es un tema que muchos consideran tabú dentro de la iglesia, o que simplemente ha pasado desapercibido, o en su defecto, se la dado la vista gorda por aquellos en posiciones de liderazgo.

Muchos jóvenes han pasado la incomodisima situación de verse en ambas caras de la moneda: la jóven valiente que se lanza en la aventura de ganarse el afecto del chico que está pensando en todo menos en que su hermana en Cristo se lanzaría por sus afectos.
Es valiente, pero sabemos por los resultados, que hay pocas excepciones que avalen la efectividad de este tipo de acción.

¿Dios dice algo al respecto?


Seamos honestos: se siente no solamente incómodo, sino, también mal… Como que hay algo que no cuadra. Y creo firmemente que literalmente no cuadra. Y para los que creen que la Biblia no dice algo sobre eso: les tengo este paquetico:

Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. (Efesios 5:25-28, NTV, énfasis añadido).

Entonces el Señor Dios hizo de la costilla a una mujer, y la presentó al hombre. (Gén. 2:22, NTV, énfasis añadido)

Las relaciones matrimoniales, son un reflejo de Cristo y la Iglesia. El hombre funge el papel de Cristo, y la mujer de la Iglesia. Cuando vemos esta alegoría plasmada en la Palabra de Dios, tenemos que usar la lógica al aplicarla a nuestra vida actual: Quien empezó el cortejo divino fue Cristo. No fue la Iglesia. La Iglesia era incapaz de buscar de Dios, porque de hecho: Nadie lo hace (Rom. 3:11). Quien se dió por la Iglesia, fue Cristo, no fue la Iglesia. La Iglesia se da a Cristo, por causa del sacrificio inicial de Cristo por la Iglesia. Y Pablo lo explica muy bien al final en el verso 28: Así también los maridos deben amar a sus mujeres. De la misma manera: siendo El quien dé el primer paso, quien se de a si mismo por su Novia. En el noviazgo per se (aún siendo un área gris en la Biblia), no es diferente. Es el hombre quien debe tener la iniciativa, al recibir esa confirmación de Dios; ya que, como dice Génesis 2, Dios le presentó la mujer al hombre, no al revés. Dios le dió la oportunidad al hombre de acercarse y ver, que si: ella era hueso de sus huesos. Fue el hombre quien recibió la responsabilidad de acercarse a la mujer y pretenderla. Lo vemos incluso en el Cantar de los Cantares; donde aún viendo el deseo de la Sulamita de que el Amado se acercase a ella, al final de cuentas fue el Amado quien enamoró a la Sulamita.

Gracias al pensamiento liberal de estos días, ya no lo vemos así. Por mi propia experiencia puedo decir que, yo esperaba a que una chica se acercara a mí por causa de mis cualidades físicas y por mi personalidad. Esperaba que una chica se acercara a mi para alimentar mi ego y poder decir que era un chico deseado por otras mujeres. Pero al esperar que mi ego fuese alimentado, estaba dejando atrás un llamado más grande: el de madurar y pelear por lo que quiero; como lo hacen los hombres. El de cumplir el mandato de ser un reflejo de la acción más grande de todas: El morir por los pecados de los hombres y así salvar un pueblo para uno mismo. Eso lo hizo Cristo Jesús. Y quiero vivir en ese ejemplo.

Lo que quiero decir es que esta situación es algo que no debería de estar pasando, ya que creo firmemente de que el modelo que Dios mismo propuso, fue el liderazgo amoroso del hombre en todo sentido, incluido el cortejar para ganar el afecto de su amada.

Los Culpables


La “culpa” es de todos: chicos, chicas y líderes. Chicos: Si seguimos viviendo en este estado de adolescencia prolongada, estaremos viviendo con nuestros padres a los 35 años, jugando al Play Station 7, y sin saber qué hacer con nuestras vidas. Seguiremos bulteando que nos compramos un carro para levantarnos siervas, pero aún seguimos dolidos porque estamos solteros y no sabemos por qué. Seguiremos bulteando que hemos conseguido esto y aquello, seguiremos escudándonos detrás de la idea de que la situación está mala, pero solo así, estaremos maquillando la verdad de que, no sabemos lo que queremos y no somos capaces de madurar y dejar de pensar en otra cosa que no seamos nosotros mismos.

No se nos considera hombres por la edad que tenemos.
Dale mente.

Chicas: Se que la situación es… bueno: difícil. Se que la sociedad te anima a ser libre, a buscar tus sueños, a ser “independiente”, a “ser la mujer que estás llamada a ser”, a buscar por ti misma ser mejor… y otras cosas. Se que mientras pasan los años, y te sigues viendo soltera, y ves como aparecen arrugas y grasa donde antes no había; crees que tu tiempo “ha pasado”, o que ya no eres material para casarte, o que ya no vales lo mismo, ni eres hermosa. Se que mientras ves a otras amigas casarte y que solamente te pones el vestido de dama de honor, tu corazón se achica. Se que piensas que Dios se ha olvidado de ti. No.

Lo que pasa es que te estás desesperando.

Tus tiempos están en las manos de Dios. Tu fe, seguridad y esperanza debe de estar puesta en Cristo, que como Amo de tus tiempos, sabe cuando, como y quien te conviene. Tu valor como esposa no lo da cuán jóven estés, sino tu carácter moldeado al estilo de Cristo. Simplemente no te unas a la competencia que (lamentablemente) ya está dándose a cabo en la Iglesia:

En aquel día quedarán tan pocos hombres que siete mujeres pelearán por uno solo y le dirán: «¡Deja que todas nos casemos contigo! Nos ocuparemos de nuestra propia comida y ropa. Solo déjanos tomar tu apellido, para que no se burlen de nosotras diciendo que somos solteronas». (Isaías 4:1, NTV, énfasis añadido)

RAYOS.

Por tanto confía. El hombre que Dios tiene para ti, estoy seguro que sacrificará de su tiempo y energías para hacerte sentir especial y amada. Espera en Dios y permite que tu Padre te presente a un hombre piadoso. Y verás como todo cae en su sitio.

Líderes: Hay dos extremos con ustedes: Los que colocan posts similares a la fotografía de cabecera, y lanzan a sus ovejas a una búsqueda sin propósito y sin una dirección real de parte de Dios, pero llena de emocionalismo y los que quieren ver a sus jóvenes divididos como en los bailes de primaria: Hembras de un lado, varones de otro; y después se preguntan por qué no se están casando en sus iglesias.

A los de la cara 1: Aunque no lo crean: el estado emocional de sus ovejas solteras, no depende de ustedes. Depende de Dios. Como líderes, deben enfocarse en dar un seguimiento concreto a los solteros, ayudándonos a entender la belleza de la soltería como un regalo de Dios, ministrando nuestra alma para poder vencer la inminente tentación sexual que conlleva el ser soltero en edad madura. Deberían enfocarse mejor en preparar a los jóvenes santos y santas a llegar a SER la persona indicada para un futuro cónyuge. Creo que en este post lo explico mejor.

A los de la Cara 2: Dejemos de ser ridículos. Se que el miedo de que nos volvamos locos está. Se que el miedo por causa de nuestra propia irresponsabilidad está. Pero no significa que no podamos actuar y pensar como adultos maduros que conocemos lo que Dios ha dicho de las cosas que El mismo ha creado para nuestro deleite: DIOS CREO EL SEXO y lo hizo bueno para nosotros. DIOS CREO LAS RELACIONES, y las hizo para nuestro disfrute. Y muchos jóvenes cristianos no saben eso. Muchos de ellos siguen viendo el sexo como un tabú, como algo sucio que se hace una vez y ya. Ven el sexo como algo sin pudor; cuando ha sido la sociedad y el mundo no regenerado quienes han convertido el sexo en algo de qué avergonzarse; o peor: en algo a que idolatrar. 

No obstante, los extremos siguen: hay líderes que no permiten ni abogan por reuniones de jóvenes cristianos, para ver que se puede dar, o siempre hay un chismoteo constante entre los miembros desde que ven el menor indicio de interés de una persona a otra; por Dios… ¡hay líderes que ni siquiera permiten que sus miembros visiten a otras iglesias a ver y a conocer otros jóvenes! Si. Existen iglesias así.

Tenemos que cambiar nuestra forma de pensar, y dejar que las cosas fluyan. No verán parejas casadas en la Iglesia, si seguimos dejando de enfocarnos en lo que realmente importa; no en estar privando en más santos de la cuenta. Hay que enseñar en las iglesias un enfoque saludable de las relaciones (El Cantar de los Cantares es de los libros menos estudiados en la Iglesia.), hay que promover la convivencia entre los hermanos fuera del contexto de los servicios dominicales. Claro: cómo se pretende conocer de verdad a una persona dentro de la Iglesia, donde todos queremos presentar nuestra mejor imágen de cristianos?


 
El asunto de las chicas tirandole a los chicos, o los chicos prefiriendo quedarse como muchachos, o los líderes cerrados de mente o muy abiertos de mente, tiene como patrón común al pecado. El creer que podemos tomar rienda suelta a nuestro deseo de hacer las cosas a nuestra manera, ha creado más dolor del que nos podemos imaginar. En ese aspecto, la paciencia como fruto del Espíritu y la fe en las promesas de Dios es vital. Por tanto, descansemos en la verdad de que Dios es Soberano sobre quien se casa, y quien no. Y gocémonos (si, gocémonos) en saber que no tenemos que despertar al amor, el despertará en el momento indicado (Cantares 2:7).

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